
Durante este año, y también en años anteriores se ha planteado en cuanto a la competición del mini básquetbol algunos puntos en los cuales no nos hemos puesto de acuerdo, quienes llevamos adelante la formación deportiva de los niños, llámense dirigentes, profesores, monitores, árbitros, etc.
El presente documento intenta ser una ayuda para acordar dos o tres puntos importantes, los cuales creemos que pueden ser modificados, en cuanto a la competencia.
Y aquí surge la primera pregunta: Deben competir los niños del mini básquetbol?, y la respuesta es afirmativa, porque creemos que el niño necesita ponerse a prueba y compararse, porque a través del juego intenta satisfacer la estimación de su propia capacidad de rendimiento por parte de los demás, y porque en la competición intenta experimentar y superar el trabajo en paralelo (éxito de su trabajo individual con respecto al de su compañero), conjunto y en oposición (cooperación con el equipo y competición con el equipo contrario). Para el niño, jugar con compañeros y con contrarios son solo dos variantes del mismo juego.
A partir de aquí, surge una segunda pregunta: Es necesario llevar el puntaje en un partido de mini básquetbol? y en este caso la respuesta es negativa. En primer lugar porque creemos en la competición como un proceso donde es importante que todos participen, el rendimiento propio individual y el contacto con los compañeros. No debemos olvidar que los niños aplican el éxito en primer lugar al rendimiento propio bueno, antes que a la victoria sobre los otros jugadores.
En segundo lugar, por la presión que ejercen los padres y muchas veces nosotros mismos, dado esto porque los adultos asociamos el éxito de la competición con la alegría de la victoria, orgullo y superioridad, y la derrota con la deshonra, la vergúenza y la inferioridad. Ganar es lo que importa, y no como jugaron nuestros alumnos o nuestros hijos. Este punto de vista, lleva a que en algún momento se pierdan de vista los verdaderos valores del minibásquetbol. Porque, quedemos en claro que a nadie le gusta perder, pero no es más importante que el niño pueda desarrollar todas sus potencialidades a partir de un juego sin presiones, a que salga campeón de minibásquet y debido a esas presiones que le imponemos los grandes para ganar, lo lleven a abandonar el deporte en la adolescencia. Tomando lo antes dicho, lo que al niño le duele tanto de la derrota es la sensación de fracaso, ya que muchas veces una derrota es sancionada con el rechazo afectivo, por lo tanto, el niño experimenta el peligro del fracaso como una sanción negativa y no como una posibilidad de superación positiva. Es importante entonces, que los niños tengan la mayor cantidad de experiencias positivas, que le permitan desarrollar la actividad con creatividad y con libertad y por sobre todas las cosas con alegria.
En tercer lugar, porque creemos firmemente en que no debemos buscar el exito al precio que sea, sino interesarse en el incremento de los rendimientos individuales de nuestros alumnos.
Y en cuarto lugar, y no por ser el menos importante debemos encuadrar la actividad en la declaración de derechos del niño deportista que en algunos de sus puntos dice:
• Derecho de entretenerme y jugar
• Derecho de practicar deporte
• Derecho de aprovechar un ambiente sano
• Derecho de ser tratado con dignidad
• Derecho de ser rodeado y entrenado por personas competentes
• Derecho de hacer entrenamientos apropiados a mis ritmos, posibilidades y edad
• Derecho de competir con jóvenes que tienen las mismas posibilidades de exito que yo
• Derecho de practicar mi deporte dentro de la máxima seguridad
• Derecho de tener adecuadas pausas para descansar Derecho de no ser un campeón
Por todo lo expresado en este texto, creemos que seria importante, que nos pusieramos de acuerdo en los siguientes puntos que nosotros proponemos como modificación al reglamento de minibásquetbol del año 2000:
Torneo todos contra todos (para darle mayor competencia a los niños
Jugar los partidos sin llevar puntaje, pero dándole la seriedad que requiere, con el tiempo reglamentario (4 cuartos de 10 minutos), con una planilla que podemos confeccionar en conjunto y la cual acredite, nombre y apellido, número de carnet, entradas en los cuartos y faltas personales.
Fomentar la realización de terceros tiempos, donde los niños de ambos clubes puedan compartir el mismo lugar y puedan conocerse.